Primero que nada contento porque estuve más de tres horas y media de la
cancha y no sólo me voy sin dolores, sino bien físicamente. Eso me pone
muy contento. A eso se le debe sumar retornar a este torneo, que creo
que es el que más me gusta y del que guardo tan lindos recuerdo. En
cuanto a mi historia, me gusta mucho más hablar de eso cuando terminé el
torneo. Por supuesto que fue muy duro y no dejo de emocionarme al
pensar en todo lo que pasé. No quiero perder el foco de dónde debo
estar. Uno empieza a valorar mucho lo que hizo, y se corre el riesgo de
conformarse más fácil. Hay que ser más duro con uno mismo y no premiarse
tanto. Por ese lado no quiero mirar mucho la garra que le puse a esta
recuperación. No dejó de ser duro pasar dos veces por cirugía, estar dos
años sin jugar, estar tres meses en muletas. A uno se le pasan muchas
cosas por la cabeza. No dependía sólo de mis ganas de querer jugar y
estaba la posibilidad de no volver más a una cancha. Ahora pienso más en
lo feliz que estoy que en ese sacrificio. |